El aroma de los Andes

mmm Merida, hermosos Los Andes Venezolanos una zona montañosa, verde e inmensa, el estado Merida donde esta el teleferico mas alto del mundo, esta repleto de montañas, valles, rios, ganado y agricultura, el aroma de los andes es a campo, a hogar.

Este viaje que hicimos luego de 6 años pude degustar de nuevo la gastonomía merideña, la simple, la de casa: pizca andina, arepitas de trigo, natillas, quesos caseros, miel de la zona, y la popular trucha; tambien en el camino comimos cachapas con queso de mano.

El típico desayuno andino consiste en la pizca andina una sopa a base de papa y leche (traje la receta para compartirla) por lo frio de esta zona (en un momento tuvimos 5 grados centigrados) el desayuno es muy energético y procuran calentarse con este delicioso plato antes de salir al campo a trabajar; luego arepitas de trigo con queso blanco, nata y revoltillo de huevos.

Como la carretera está entre montañas los trayectos son largos; de un hermoso paisaje a otro, te detienes, admiras la naturaleza y comes un dulcito andino, unas fresas con crema, un chocolate o "calentaito" y engañas el hambre todo el dia; cuando te das cuenta son las 5 de la tarde y la noche cae sobre las montañas, entonces sientes frio y te apetece alimentarte, es hora de un almuerzo-cena reconfortante.

Apropiado: sopita de cebolla, que aunque no es tipica de los andes venezolanos se ha popularizado mucho gracas a la inmensa mezcla racial de este bello pais, y luego una deliciosa trucha que puedes pescar tu mismo (mi hijo lo hizo!), a la plancha, en salsa verde, jon jamon, menier.... como quieras te la preparan, este pescado jugoso y carnoso es el rey de los andes y muchos restaurant de carretera tienen pequeñas pisiculturas donde puesdes pescar el que te comerás.

Fue un delicioso viaje de 5 dias en el que atravesamos los estados: carabobo, yaracuy, lara, táchira y merida, de regreso recorrimos merida, barinas, portuguesa, cojedes y finalmente carabobo; es decir 8 estados del pais, que representan 8 a 12 horas de viaje (segun la calma con que lo tomes) y tuvimos la oportunidad de mostrarle a nuestros hijos la belleza de esta patria en la que nacieron.

Y aprovechamos para renovar nuestros votos matrimoniales tras 11 años que cumplimos en el viaje.