Manzanas rojas, verdes, amarillas, gala, royal, pink lady, y mas... mucho más. Uno de los productos que más me sorprendió desde que llegue a España es la Manzana, no tenia idea de cuantas variedades, calidades, tamaños y colores podría encontrar y cada temporada del año tiene sus variedades características que se abaratan por el exceso de producción cuando es su momento; los que me leen desde Venezuela seguro no comprenden muy bien esto de "exceso de producción", lamentablemente hace varios años que alli no ocurre. El caso es que compré una bolsa de 2 kgs de manzanas amarillas y otra de manzanas rojas porque me parecieron muy baratas (aprox 1,15 euros cada bolsa) y se estaban empezando a estropear porque no las consumimos a ritmo tan acelerado, así que decidí probar esta receta que tenia guardada a la espera de su momento.
El crumble de manzana puede consumirse en forma de pie con una base o como acompañante de helados, en esta oportunidad la prepare con una base de hojaldre del Lidl, es muy delgada, la he utilizado para quiche también y resulta muy ligera y deliciosa.
¿Que se Necesita?
5 o 6 manzanas, amarillas o verdes
120 g de mantequilla de buena calidad, cortada en cubos y fría
1 taza de azúcar moreno
1/2 taza de avena en hojuelas
1/2 taza de harina de trigo
canela en polvo al gusto
un toque de nuez moscada
1/2 taza de nueces picadas finas
1 lámina de hojaldre
1 molde de pie
¿Como se prepara?
Primero es necesario pelar y trocear las manzanas en pedacitos pequeños, y dejarlos sumergidos en agua con limón mientras preparamos el resto de la receta.
En un envase ancho mezclamos la harina, el azúcar, la avena y agregamos la canela y la nuez moscada, integrando bien todos los ingredientes, entonces agregamos la mantequilla y y con la ayuda de un tenedor o dos cuchillos vamos mezclando hasta quedarnos con una textura grumosa... como arena mojada. Si notamos que la mantequilla se derrite por la fricción o el calor, metemos en la nevera un rato y luego seguimos trabajando.
Escurrimos y secamos las manzanas para quitar el exceso de humedad y las mezclamos con la preparación anterior cuidadosamente; agregamos las nueces picadas, procurando que todos las texturas y colores estén bien integrados
El horno debe estar precalentado a 180 grados centígrados, extendemos la masa de hojaldre sobre el molde engrasado, y sobre esta la mezcla de crumble; vamos aplastando con el tenedor y repartiendo bien la mezcla para que quede con un espesor uniforme.
Introducimos al horno por unos 35-45 minutos, la superficie debe quedar tostada para garantizar la textura crujiente del crumble. Al sacarlo dejamos enfriar unos 10 minutos antes de desmoldar.
Si no dispones de la base de hojaldre, puedes extender directamente el crumble en un molde de horno engrasado; en vez de un Pie, tendrás un acompañante para otros postres; por ejemplo: un pedazo de crumble caliente junto a una bola de helado con un chorro de miel por encima.
A los peques les encanto esta torta crujente y dulce donde se sienten las diferentes texturas de los ingredientes; la proxima vez que lo prepare voy a eliminar por completo la harina sustituyendola por avena y parte del azúcar por edulcorante para probar una receta mas saludable, pensaré también en un sustituto de la mantequilla.
Otra idea es hacer galletas, repartir la masa en cucharadas sobre una bandeja de horno o en moldes de muffin para hacer porciones individuales (perfectas para la idea del helado, ¿no?)
Creo que pueden surgir mil ideas con esta receta base, espero me cuenten las suyas, aqui seguimos hibernando atravesando lo más crudo del invierno asturiano.
@mireiamenes
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